El testículo no descendido es una preocupación que afecta a muchos padres Esta condición, si no se trata a tiempo, puede provocar complicaciones graves, como la infertilidad o el riesgo de desarrollar cáncer testicular en la adultez. El Dr. Luis Fernández Hernández, cirujano pediátrico en la clínica ConfíaSalud, nos explica cómo se diagnostica, cuáles son las opciones de tratamiento y cuándo es necesario considerar la cirugía orquidopexia. Aquí te explicamos qué significa, cómo detectarlo y cuándo actuar:
¿Qué es el testículo no descendido y cómo afecta a la salud de tu hijo?
El testículo no descendido es un defecto en el desarrollo en el que uno o ambos testículos no descienden correctamente hacia la bolsa escrotal. Esta condición puede causar atrofia testicular, lo que significa que el testículo afectado deja de funcionar adecuadamente. Además, el riesgo de desarrollar cáncer testicular aumenta significativamente en la edad adulta si no se trata a tiempo.
¿Cómo se detecta un testículo no descendido?
Es muy sencillo detectar un testículo no descendido con un examen físico. En algunos casos, también se utiliza una ecografía testicular para confirmar el diagnóstico. Si notas que tu hijo no tiene uno o ambos testículos en la bolsa escrotal después de los seis meses de edad, es crucial que lo evalúe un especialista.
¿Cuáles son los tratamientos?
El tratamiento para un testículo no descendido es una cirugía llamada orquidopexia, que consiste en colocar el testículo en su posición correcta dentro de la bolsa escrotal. El Dr. Luis Fernández Hernández, cirujano pediátrico en ConfíaSalud, es especialista en este tipo de intervención y te brindará el mejor tratamiento para tu hijo.
¿Qué complicaciones pueden surgir si no se trata?
Si no se corrige, el testículo puede atrofiarse, lo que podría llevar a infertilidad y una baja producción de testosterona, además de aumentar significativamente el riesgo de cáncer en la edad adulta.
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